Cuando uno piensa en una escapada de verano, imagina frescura, paisajes que invitan a detenerse, comida con alma, y personas que te reciben como si fueras de la familia. Todo eso y mucho más lo encuentras en el corazón del norte de Extremadura: las piscinas naturales de Segura de Toro y Casas del Monte, enclaves mágicos donde el agua clara y fría del Valle del Ambroz se convierte en un auténtico refugio para los sentidos.
Las piscinas naturales son, sin duda, el epicentro del relax veraniego. Rodeadas de naturaleza, permiten disfrutar del baño sin prisas, bajo el canto de los pájaros y el susurro de los árboles. Pero lo que hace realmente especial venir a pasar unos días por aquí es la oferta que los habitantes de la zona hemos creado para ti, una experiencia completa que va mucho más allá del agua.
A unos pasos de la piscina de Segura, el Chiringuito El Puente se convierte en un lugar imprescindible. Aquí, Perico, Esther y Adriana te reciben con una sonrisa y ese trato cercano que no se aprende, se nace con él. Al frente del equipo están César y Carolina, que han convertido este espacio en un rincón con alma donde se respira alegría, buen comer y respeto por el entorno.
Chiringuito El Puente
Pero la experiencia no termina ahí. Al caer la tarde, es casi una obligación dejarse caer por el Bar de la Plaza EnCáTarsia, donde Josué no solo sirve copas y cafés, sino también risas y chistes que levantan el ánimo a cualquiera. Aquí es donde la gente se reúne, charla, juega, ríe y la plaza se llena de niños jugando al anochecer… y se siente parte de algo auténtico. Y para los amantes de lo dulce, no hay mejor manera de terminar una comida o merienda o incluso empezar el día desayunando uno de los dulces o postres caseros de Bárbara, nuestra repostera de manos mágicas, capaz de convertir ingredientes locales en verdaderas obras de arte.
Y si hablamos de autenticidad, no podemos dejar de mencionar a las artesanas que con sus manos tejen historias de territorio y amor por la tierra. Araceli, con su proyecto Rombo Arte, crea joyas únicas, pequeñas piezas que encierran la fuerza de las montañas y la sensibilidad de quien conoce cada rincón del valle. Sylvia, con La Mijina, es otra mujer valiente que transforma materiales y recuerdos en productos que reflejan el alma de nuestra tierra. Son ejemplos de mujeres empoderadas que, con su creatividad y compromiso, sostienen la economía local y fortalecen la identidad del Valle del Ambroz.
Para quienes buscan aventura, descubrimiento y conexión con la naturaleza, tenemos también empresas de astroturismo, perfectas para disfrutar de nuestros cielos limpios y estrellados, (Astroturismo La Estación o AdASTRA) y alquiler de bicicletas (BicisAmbroz o EBikes Hervás) para recorrer caminos y senderos entre castaños, robles y riachuelos. Además, contamos con guías de naturaleza y expertos en biodiversidad, como Dani de VIVEAMBROZ que te enseñarán a mirar el paisaje con otros ojos. Y si lo tuyo es la historia y la cultura, también encontraras visitas guiadas perfectas de la mano de Ana de AMBROVEN que revelan los secretos de nuestros pueblos, su arquitectura popular, sus leyendas y su patrimonio.
Y no podemos olvidarnos de la gastronomía de kilómetro 0, otro de los pilares de esta escapada perfecta. Aquí todo sabe a verdad: miel recogida por apicultores que respetan el ciclo natural, como Ángel, de cuya miel ya os hablé hace 2 posts. Quesos curados con mimo, como los de Montse, siempre presente en mis recomendaciones, embutidos artesanales que mantienen recetas centenarias – como los que encontráis en ANBONISA – y vinos que cuentan historias desde el primer sorbo, como los que elabora Quique en su bodega Gaia.
Esta escapada que os proponemos no es solo un plan turístico. Es una invitación a vivir de forma consciente, a reconectar con la naturaleza y con las personas. Todo lo que ofrecemos aquí nace del respeto y la sostenibilidad, porque amamos este territorio y queremos compartirlo sin dañarlo. Cada experiencia, cada rincón, cada sabor está pensado para que disfrutes sin prisas y te lleves un trocito del Valle del Ambroz en el corazón.
